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Perros PREGUNTA, INFÓRMATE, OBSERVA 20-05-2015
¿Estás bañando mal a tu perro?

Si la hora del baño es una lucha constante en tu casa, no estás solo. Muchos perros corren y se esconden bajo la cama más cercana cuando escuchan la llave de la regadera abrirse, pero no tiene por qué ser así.
Puedes mejorar la experiencia del baño para tu peludo prestando atención y corrigiendo las cosas que hasta el dueño de perro más cuidadoso hacen ocasionalmente mal cuando los bañan:

No lo embosques

Conoces la escena: persigues a tu perro por toda la casa y mediante una llave de lucha libre, lo metes a fuerza al baño. Puede parecerte divertido, pero estás reforzando la conducta de alejarse de ti corriendo. Es mejor llamarlo con una voz tranquila y convencerlo con un premio para que entre al baño.



No uses agua fría

¿Te gusta bañarte con agua fría? Probablemente no y seguramente hará el baño más incómodo para tu perro. Así que usa agua tibia (¡nunca caliente!) para bañarlo. Otro tip: Si tu peludo se pone muy nervioso con el baño, procura que esté lejos mientras llenas la tina/palangana. Médicos veterinarios afirman que el sonido del agua al llenar la tina puede agregar estrés a su estrés, así que prepara la tina antes de meterlo al cuarto de baño.



No mojes la cara de tu perro con agua de la regadera.

A nosotros los humanos nos encanta sentir la caída del agua de la regadera en la piel, pero a nuestros perros no. En lugar de usar la regadera en su cara, usa una toalla de manos; es menos intimidante que el agua que salpica su hocico. Y cuando enjuagues su cuello, sostén la cabeza y el hocico en un ángulo por encima del agua, para evitar que entre a sus ojos y nariz.



No uses shampoo para humano.

Puede que hayas escuchado que el shampoo para bebés es un substituto adecuado para el shampoo para perros, pero hasta ese shampoo  tiene un PH diferente a las necesidades de piel de tu peludo. Lo mejor que puedes hacer es consultar con tu veterinario sobre qué shampoo es el apropiado para tu can, especialmente si tiene problemas cutáneos.



No le grites a tu perro.
Cada vez que  lo bañas, empieza diciendo con calma y tranquilidad la palabra “baño” antes de colocar a tu perro dentro de la tina. Esto ayuda a reducir el estrés y a minimizar las sorpresas cuando se presente el siguiente baño. Mientras lo bañas y secas, háblale suavemente, halagándolo y felicitándolo para hacer del baño una experiencia que fortalezca tu lazo con el perro. Una vez terminado el baño, ofrece un premio como recompensa: puede ser un premio con un sabor diferente a los que generalmente usas o un rompecabezas para perros, para que el peludo aprenda que estar tranquilo en la tina resulta en un premio extra especial.



No uses la secadora caliente.
Si tienes un perro que necesita más que una toalla para secarlo, una secadora para cabello puede resultar útil. Ojo: algunos perros pueden asustarse con el ruido de la secadora, está atento ante signos de temor de tu perro hacia el aparato.  Si vas a usar la misma secadora que usas para tu cabello, asegúrate que la temperatura esté en frío, nunca en caliente. Hay secadoras especiales para perros que soplan aire a la temperatura ambiente; infórmate, si es que piensas que vale la pena la inversión.




Fuente: Shayna Meliker, para vetstreet.com
Fotos: vetstreet.com

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