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Gatos PREGUNTA, INFÓRMATE, OBSERVA 01-01-2016
Recomendaciones para bajar de peso a tu gato

En la naturaleza, el conseguir comida nunca ha sido algo seguro para cualquier criatura. NI para caninos, felinos o humanos. El conseguir comida va de la mano con esfuerzo físico para capturar y consumir la comida.

Sólo en tiempos recientes se ha visto el problema antinatural del exceso de comida, adquirida lista para comerse sin el menor esfuerzo físico. Gracias a nuestra habilidad, hemos aprendido a cultivar plantas, criar ganado y tener estas fuentes de alimento listas y en abundancia.

Aprendimos a refrigerar, deshidratar, congelar y almacenar comida en cantidades suficientes que nos garanticen no pasar hambre si nuestras andanzas de caza acaban mal.
Gracias a esto, no tenemos que salir a conseguir comida, a menos que sea al supermercado o la tienda. No es de extrañar que nuestras mascotas hayan imitado nuestra tendencia a tener problemas de peso. 
La gran diferencia es que nosotros tenemos el control sobre la cantidad de alimento que consumen nuestros queridos peludos.



Lo curioso es el estado de negación en el que tercamente nos quedamos, cuando en la cita con el veterinario nos dice que nuestra mascota está gorda.
Primero, hay que aceptar lo inevitable: nuestro gato está gordo no por el aire, no porque “es de huesos anchos”. Lo alimentamos demasiado y lo ejercitamos poco.

Aceptado el hecho, debes hacerle exámenes a tu minino: peso exacto, exámenes de orina y sangre y verificar niveles de actividad tiroidea.

Si el gato está sano –a excepción de su obesidad-, podremos iniciar junto con el veterinario el programa de pérdida de peso.

Hay cambios que podemos hacer a la par del programa que le recete el veterinario:

Alimentación

Lo que hacemos: Dejarle comida disponible todo el día. 

Lo que debemos hacer: Dar de dos a cuatro porciones de alimento a lo largo del día, controlando la cantidad de cada porción. Piensa la porción no en tazas sino en onzas.


 
Carbohidratos
Los gatos son de los pocos mamíferos que cuentan con muy pocas enzimas necesarias para desintegrar las moléculas de los carbohidratos.
 
Lo que hacemos: Compramos croquetas, listas para servirse. Para que la croqueta dure sin echarse a perder, debe tener mayores cantidades de azúcar y harina que la comida enlatada, para que no se desintegre. Los granos que se le agregan a las croquetas (generalmente croqueta de baja calidad) también son carbohidratos.

Desgraciadamente, este alto contenido calórico es transformado en grasa, poniendo en riesgo el peso del gato. Al mismo tiempo, el nivel de glucosa del gato se eleva por más tiempo de lo normal. Se convierten en persistentes hiperglicémicos y a largo plazo diabéticos.

Lo que debemos hacer: La dieta de un felino debe estar basada en proteína…carne. Ya sea combinar croqueta baja en carbohidratos con alimento húmedo, o con pollo o carne magra cocida.

Premios

Lo que hacemos: Es común que un gato maúlle en momentos particulares del día. Como nos gusta cuidarlo, pensamos que si maúlla es que necesita algo. Y lo primero que consideramos que necesita es comida.


Recuerda, un gato vocaliza para comunicarse contigo y su comunicación no siempre es porque tiene hambre. Puede querer jugar o que lo acaricies. Si le das un premio a un gato cada vez que maúlla, lo estás condicionando a que maúlle más, para recibir más premios, que en esencia son pequeños paquetes de azúcar y harina. Sí, adivinaste: carbohidratos.

Lo que debemos hacer: Deja de darle premios a tu gato sólo porque maúlla, si no quieres empeorar la situación.
Si crees que tu minino merece un premio, procura que sean naturales, como trozos pequeños de pollo o pescado cocido. 

Ejercicio

Lo que hacemos: En general, dejamos los platos de comida y agua llenos, limpiamos la caja de arena y nos despedimos de nuestro minino, mientras vamos a trabajar. El peludo se queda solo en casa, sin nada que perseguir, nada de qué esconderse y nada que acechar y cazar. No hay nada que hacer más que dormir la siesta.

   

Lo que debemos hacer: Para ayudar a la actividad física de tu gato,  puedes agregar juguetes interactivos, rampas y niveles a lo largo de tu casa. El permitirle un espacio cerca de una ventana (por donde no se salga, ojo) que dé a la calle, le da la oportunidad de ver actividad que lo entretenga por un momento.


Plan de control de peso
Para bajar de peso a un gato obeso debe hacerse de manera gradual y con mucha precaución. Los gatos tienen una respuesta metabólica única ante la falta o reducción de comida: la lipidosis hepática, que puede resultar fatal.


Una vez elegida con tu veterinario, ve substituyendo en pequeñas porciones la cantidad de comida habitual por una de control de peso por un período de tres a cuatro semanas, hasta hacer el cambio por completo. Pesa a tu gato en intervalos de cuatro semanas para monitorear su baja de peso. Si no pierde o gana peso, la cantidad de la porción sigue siendo mucha. 

Reporta enseguida a tu veterinario si el gato deja de comer por dos días. 
Cuando haces el cambio de comida libre a porciones con horarios, nos damos cuenta que el gato ha dejado de comer cuando vemos el plato todavía lleno.
Al dejarle el plato lleno todo el día, es difícil notarlo. Cualquier gato que deja de comer por tres días seguidos, está en problemas. Tras siete días de ayuno, el sistema inmune se ve comprometido.

Conforme el gato baje de peso, notarás lo activo y alerta que se ha vuelto. Con esto has aumentado los años y la calidad de vida del peludo.

Una vez en su peso ideal, ajusta la cantidad de alimento y no dejes de seguir las otras pautas: ejercicio, control de porciones, estímulo.

Fuente: petmd.com

Fotos:
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