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Gatos CONSEJOS DEL MÉDICO VETERINARIO 01-05-2014

La fea realidad de  desungular  o quitar las uñas a un gato.

El quitarle las uñas a un gato se refiere a extirparle quirúrgicamente las uñas para prevenir que arañen. Contrario a creencia popular, no es un manicure para gatos o cortarle las uñas y de ninguna manera es lo mismo a quitarte una uña del pie. Esto porque las garras de los gatos están adheridas a la última falange de sus patas y la cirugía implica el cortarle el hueso; como si te cortaran la última falange del dedo, con todo y tu uña.

Muchos veterinarios están en contra de esta práctica por las complicaciones dolorosas que trae a consecuencia.



En primer lugar, aunque el procedimiento se lleva a cabo con anestesia general, es una cirugía muy dolorosa seguida de un período de recuperación más doloroso. Recuerda que mientras se recuperan, los gatos tienen que continuar su vida normal, como brincar, caminar, usar la caja de arena etc, a pesar del dolor por el que pasan.
Imagínate que te mueves de puntas. Ahora imagina tener que hacerlo, sin las puntas de tus dedos.

En segundo lugar, aún después de  que el gato se haya recuperado del todo, enfrentará muchos problemas.  Por ejemplo, a los gatos les encanta trepar. Y no te creas aquello que a veces se dice: “si tu gato se la pasa adentro de tu casa, no tiene necesidad de trepar, si sale, entonces no es necesario quitarle las uñas”.  Sin sus uñas, ya no se pueden aferrar a superficies verticales. Hasta actividades tan sencillas como brincar hacia una silla o a la cornisa de una ventana le pueden resultar difíciles y se puede lastimar.
Imagina que el gato enfrenta una situación de peligro en la cual necesite brincar para ponerse a salvo. Fácilmente podría perder la vida debido a su  incapacidad para sostenerse a superficies adonde brinca.

En tercer lugar, a los gatos se les reconoce por su pulcritud. Aunque use su lengua para acicalarse, sus garras ocupan un papel importante. Los gatos usan sus garras para rascarse lo que los ayuda en contra de irritación cutánea y a quitar pelos sueltos y piel muerta.; se “exfolia”.
Puede que puedan quitarse la comezón del cuerpo rascándose con los dientes, pero para su cara, cuello y orejas, estaría indefenso sin sus uñas para limpiarse.

En cuarto lugar, un gato no se podría defender de predadores o gente abusiva sin sus garras. El quitarle las uñas a un gato le quita su capacidad de mantenerse seguro. Puede provocar depresión o volverlo en extremo asustadizo. Los gatos sin uñas se vuelven huraños y poco afectuosos y recurren a morder cuando algo o alguien se les acerca, aunque no sea una verdadera amenaza para ellos. 

Por último, los gatos son digitígrados, lo que significa que camina sobre los dedos de sus patas. Desungularlo altera drásticamente la estructura de sus patas y provoca un cambio en su manera natural de caminar. Esto eventualmente puede provocar rigidez y dolor en toda la pata (s), la cadera y columna.


Alternativas simples y efectivas.

*Compra un poste rascador. Esparciéndole hierba gatera lo hace atractivo a tu mascota. Trata de jugar con tu gato cerca del rascador para que se acostumbre a él y se sienta cómodo.  Busca postes rascadores forrados con fibras de henequén o mecate, pues a los gatos les gusta la sensación de este material.



*Corta las uñas de tu gato con regularidad. Esto puede disminuir el daño a tus muebles y alfombras. Si no sabes hacerlo, llévalo a tu veterinario de confianza y puedes pedirle también que te enseñe.

*Educando a tu gato. Cuando esté afilándose las uñas en algún mueble, dile con voz firme “¡NO!”. Luego, llámalo hacia el poste rascador y dale un premio, acarícialo y háblale suave cuando se acerque.

*Hasta que el adiestramiento de tu gato esté  terminado, protege tus muebles –sobre todo las patas de éstos- con algún material grueso como fundas de aluminio o plástico.

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