¿De verdad te quiere tu perro?
Quienes hemos tenido perro, sabemos lo que es quererlo. Y sentimos que él
también nos quiere, aunque no haya bases científicas que lo prueben en un 100%.
Para intentar llegar a una respuesta, tendremos que revisar
estudios en áreas tan diversas como veterinaria, neuroquímica, antropología
evolutiva y primatología.
Algunas teorías veterinarias indican que el perro no siente cariño como tal
hacia los seres humanos, sino que aplica una serie de comportamientos que le
han probado beneficios (si le hago “ojitos tristes”, obtendré
atención/comida/salida).
Estudios neuroquímicos demuestran que cuando un perro es acariciado por sus dueños, su cerebro segregan
oxitocina.
La oxitocina afecta los receptores de dopamina y serotonina en el
cerebro, provocando que se substituya el reflejo de pelea/huye y lo reemplaza
con un químico que promueve la curiosidad sobre la paranoia. En ese estado
mental, el perro puede permitirle al humano acercarse y obtener placer al interactuar
con él.
De acuerdo a teorías de antropología evolutiva, El perro o
lobo que ha encontrado sobras de comida cerca de un campamento de humanos y
decide quedarse en la presencia de humanos, ha sufrido un “imperativo
evolutivo” que lo fuerza a ser menos temeroso y agresivo cuando hay humanos
alrededor. Al paso de los años, perros menos ansiosos y agresivos pueden
entender mejor órdenes humanas para comunicarse mejor con ellos. ¿Pero de ahí a
sentir amor?
Primatólogos estadounidenses mencionan que tiene sentido que un perro o cualquier otro animal
en un grupo socialmente unido experimente emociones sólidas como el amor. Esta
emoción le permitiría a cada miembro del grupo mantener lazos sociales y
sobreponerse a los conflictos naturales que se presentan al vivir en grupo.
Si esta teoría es aceptada, es lógico pensar que los miembros de una jauría se
quieren entre sí, si no, no habría jauría. Del mismo modo, un perro que viva
con humanos debe de amar a los miembros humanos de su nueva jauría.
Entonces, ¿quieren los perros a sus dueños?
A fin de cuentas, no hay manera científica para probar si un perro quiere a su
dueño. Lo único que se sabe a ciencia cierta, es que la interacción entre un
perro y su dueño le da placer al perro y éste confía y se comunica de una
manera especial con su dueño.
Es seguro asumir entonces que un perro siente
cariño y amor por su dueño. Tiene sentido que el placer, la confianza y la
eficacia en comunicación lleva al amor. Y tiene sentido que el amor es la
fuerza cohesiva de una manada o jauría, ya sea de perros o de perros con
dueños.
Es creíble entonces que los perros aman a sus dueños. Cualquier dueño de perro
no dudará e decir que es verdad.