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Gatos CONSEJOS DEL MÉDICO VETERINARIO 15-11-2014
Mitos sobre perros y gatos.

Los veterinarios compartimos historias sobre mascotas y sus propietarios del mismo modo que las mamás intercambian historias de sus hijos o los chicos intercambian estampas o tarjetas.
Es un mecanismo normal, pues así como en la medicina humana, cuando tienes que tratar con enfermedad y muerte, tienes que soltar estrés con esos chispazos de humor que te brindan tus pacientes de cuatro patas y sobretodo, sus dueños.

Las historias más interesantes se centran en mitos y los famosos “consejos de la abuela” que no se remiten a la cocina, sino al cuidado del hogar, la crianza de los hijos y el trato hacia las mascotas, muchos de los cuales  son anticuados o simplemente  son erróneos. 
Y aunque la mayoría de estos consejos  son inofensivos,  para nosotros, los veterinarios representan todo un reto de comunicación e interpretación, sobre todo cuando los dueños de mascotas toman decisiones médicas en base a información errónea, como  decidir si su mascota tiene fiebre de acuerdo a lo húmeda que está su nariz.

Evidenciaremos algunos mitos sobre gatos y perros.

De Gatos

Los gatos ronronean cuando están contentos.
Esto es medio mito, medio verdad. 
Como todo amante de felinos sabe, los gatos ronronean cuando están contentos, especialmente cuando están en tu regazo y tú los acaricias justo en los lugares que les encantan. Pero ¿sabías que los gatos también  ronronean cuando tienen dolor?
Se cree que el ronroneo ayuda a relajar y calmar al gato, no importa lo mala que pueda ser su situación.  Como comparación, es el equivalente a una sonrisa en una persona lastimada.

A los gatos les encanta la leche.
Esto es verdad pero no en todos los casos, pues aunque no lo creas, como en humanos, ¡hay gatos que son intolerantes a la lactosa!
Si tu gato es intolerante, lo sabrás porque después de ingerir el plato de leche vendrá  diarrea. Para estos gatos, está bien de manera ocasional.



De Perros.

Los perros ven en blanco y negro.
No es verdad.
Los perros ven en color, aunque su visión no es tan buena como la nuestra. Son mejores captando movimiento,  pues son depredadores.

Los perros comen pasto cuando están empachados o tienen dolor de estómago.
Más o menos.
Los perros pueden arrojar lo que les haya caído mal relativamente rápido; esto es ideal para un animal que no sólo tiene antecedentes de cazador sino carroñero. El pasto puede disparar esta reacción en algunos casos, aunque no en todos. Cuando son cachorros,  el gusto por comer pasto es algo habitual, no tiene que ser porque están enfermos del estómago.
La verdad es que a ciencia cierta, nadie puede asegurar por qué comen pasto los perros, pero no hay peligro en dejar que lo hagan de manera ocasional. Sólo vigila que el pasto que coman no haya sido rociado con pesticidas.

Los perro bostezan cuando están cansados.
Es cierto, pero también bostezan cuando están estresados y excitados.
Y también se les “contagian” los bostezos de vez en vez, como a nosotros (y nosotros nos contagiamos también cuando vemos bostezar a nuestro perro). 
El bostezo aumenta el flujo de oxígeno y eleva el ritmo cardíaco.  El bostezo puede considerarse una  manera de relajarse y enfocarse.

Hay muchos mitos; éstos son sólo algunos divertidos ejemplos.

Fuente: vetstreet.com
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