Corriendo con tu perro.

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15-02-2015

Corriendo con tu perro.

Correr con tu perro es un gran ejercicio para ti y para él. Antes de empezar, checa estos tips para que la experiencia sea tan agradable para ti como lo es para él.

Lo que debes hacer:

*Usa un arnés.
Los arneses distribuyen la presión con más uniformidad en el cuerpo de tu perro y quitan presión en el cuello, que es muy delicado.

*Utiliza una correa de uno o dos metros que sea reflejante.
Esto asegurará que tu perro camine cerca de ti mientras corren y los autos los verán aunque haya poca luz. Collares y chalecos reflejantes ayudan también a mejorar la visibilidad.

*Habla con tu veterinario para asegurarte que tu perro tiene la condición física necesaria para correr contigo.
Puede que tu perro necesite tiempo para generar la condición necesaria para hacerlo.

*Lleva agua.
Permite que tu perro beba pequeñas cantidades de agua en intervalos regulares en lugar de una gran cantidad terminado el paseo.

*Asegúrate de que a tu perro le hace feliz el correr contigo.
No hay nada peor que ver a un perro siendo jalado durante un paseo, por su dueño bien intencionado que no se ha dado cuenta .

Lo que no debes hacer:

*Usar un collar de castigo o similar.
Este tipo de collares son peores cuando llevas a correr a un perro; puede provocar desde dolor hasta problemas físicos resultado de la presión o constricción en la garganta.

*Si tienes problemas al pasear a tu perro, tómate un tiempo para enseñarles a no jalar la correa o contrata a un entrenador para este fin. Terminado el entrenamiento, basta con su collar de hebilla (con su placa, desde luego) para sacarlo a pasear y para correr, agregar el arnés con la correa.

*Ejercicio extremadamente vigoroso con un cachorro o un perro geriatra.
Demasiado ejercicio puede lastimar huesos y músculos que se están formando o provocar demasiada tensión en el cuerpo de tu viejito.

*Ejercitarse vigorosamente justo cuando tu perro acabó de comer.
Espera una hora para correr después de cada comida y una vez terminado el paseo, espera otra hora para la siguiente comida. Esto asegurará que tu perro no desarrolle una condición llamada torsión gástrica, que ocurre entre otros motivos, por la mezcla de comida en el estómago con aire excesivo durante el ejercicio.

*Correr en las horas más calurosas/frías del día.
Los perros están más cerca del piso, por lo que se acaloran/enfrían más rápido. Las aceras muy calientes o muy frías pueden llegar a dañar los sensibles cojinetes de las patas.

*Dejar que tu perro beba de charcos.
Además de sucia, el agua de los charcos puede contener sustancias químicas, como anticongelante de autos. Estos químicos tienen un sabor dulzón que resulta atractivo para los perros pero puede ser letal si se ingiere.

Fuente: positively.com
Foto: Jayme Dukart