Cuatro heridas comunes en la cola de tu perro.

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03-04-2015

Cuatro heridas comunes en la cola de tu perro.

Se puede saber mucho del estado de ánimo de tu peludo por cómo mueve la cola. Si la está moviendo de lado a lado, la esconde entre las piernas, la tiene arriba, alerta, etc. Cuando la cola se lastima, hay más en riesgo que la habilidad de comunicarse de tu perro o gato.

Cómo funciona la cola.
La cola es una extensión de la espina dorsal, pero es más flexible y móvil. La cola se ancla en el hueso sacro. Los huesos de la cola se van haciendo pequeños conforme llegan a la punta. Entre cada vértebra, hay discos y articulaciones. La cola incluye también vasos sanguíneos y nervios. La musculatura le da vida al movimiento de la cola y tiene un rol importante en el control de esfínteres.
Cuando la cola resulta dañada, puede ser desde un básico “¡au!” por pellizcarla con una puerta hasta una hemorragia o un daño nervioso grave. En pocas palabras, la cola está siempre en riesgo por estar poco protegida y siempre en movimiento.

Aquí hay cuatro ejemplos de posibles daños hacia la cola:

Abrasiones:
Algunas veces un accidente provoca raspaduras, pérdida de pelo y sangrado. Esto puede pasarle también a gatos, por ejemplo, cuando por esconderse en el motor de un auto, su cola es destrozada por el motor. Recuerda la máxima de golpear la tapa del motor antes de encender el auto, para darle oportunidad a escapar a algún gato que pueda haberse ocultado ahí.
Las raspaduras leves se pueden tratar con líquido antibiótico pero llévalo enseguida al veterinario si la cola está sangrando o ha perdido pelo o piel. Cuando la herida ha sido de cuidado, la recuperación puede ser larga y dolorosa.

Cola feliz:
Este tipo de herida ocurre generalmente en perros con personalidad extrovertida y expresan su alegría agitando la cola (que suele ser larga) contra una superficie rígida como una pared o un mueble. Los perros como el Golden Retriever o el Cavalier, o perros con piel delicada, como los Greyhounds agitan la cola tan rápido que pueden generar úlceras por los golpes en la punta de la cola. En casos crónicos, la única solución es la amputación de la punta de la cola. A pesar del sobrenombre, no hay nada feliz acerca de esta herida.

Fracturas:
Generalmente estos casos se dan cuando el perro o gato ha sido atropellado, pero también se puede romper si es atrapada en una puerta corrediza, si la pisan o golpea el piso de una manera particular cuando el perro se cae de una superficie alta, como una cama. Si la fractura se da en la punta de la cola, sanará sola sin necesidad de yeso o cirugía. El único indicio de que alguna vez hubo una fractura será un pequeño bulto que se desarrolla porque no hay modo de mantener quieta la punta de la cola. Ocasionalmente se necesitará recurrir a la amputación si es que los huesecillos son aplastados o separados.

Daño nervioso:
Hay un buen motivo por el que se enseña a los niños a no jalar la cola de un perro o gato. El daño causado por jalar puede afectar los nervios y músculos que ayudan a su movimiento o al control de esfínteres. Este tipo de herida se da cuando el perro o gato ha sido golpeado por un auto o se le ha jalado la cola muy fuerte. Los nervios de la cola pueden resultar dañados severamente, provocando que la cola cuelgue sin vida, incapaz de moverse o hasta afectar la habilidad de la mascota de orinar o defecar por sí misma. Puede ser que la función nerviosa se recupere, a veces tarda hasta un mes, en el ínter, tendrás que ayudar a tu mascota a ir al baño.

¿Cuáles son las mascotas que tienen un riesgo mayor de sufrir heridas en la cola?
Los perros o gatos que se les permite vagar en la calle, pero cualquier mascota puede enfrentarse a una puerta corrediza o a una mala caída.
Si tu mascota no mueve la cola, tiene piel lastimada y trozos sin pelo o no puede orinar y defecar por sí mismo, llévalo de inmediato al veterinario.

Fuente:
Dr. Marty Becker, para vetstreet.com

Fotos:
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