¿Por qué mi perro se hace pipí de emoción?

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01-09-2015

¿Por qué mi perro se hace pipí de emoción?

Como el perro de Pavlov, que salivaba al sonido de la campana, algunos caninos se convierten en una fuente de pipí cuando escuchan el timbre de la puerta.
Zapatos orinados no es la mejor manera de darle la bienvenida a un invitado, pero hay algunos sencillos pasos que puedes seguir para eliminar esta conducta.

La mayoría de los perros que se orinan en la puerta lo hacen por sumisión o por emoción. Un cachorro, por ejemplo, puede orinarse en la puerta por emoción debido a que el músculo de su uretra (el tubo que lleva la orina de la vejiga al exterior) no está completamente desarrollado. Conforme el control de esfínteres mejore, es común que esta conducta desaparezca.
Pero cuando el perro continúa teniendo este tipo de comportamiento entrando en su vida adulta, puede que necesite de más ayuda.

Siempre es buena idea consultar primero con un veterinario para asegurarse que no hay una condición médica tras este problema. Haz una lista de las situaciones que usualmente provocan este tipo de comportamiento y compártelas con tu veterinario.

Orinar por sumisión VS Orinar por emoción
Orinar por sumisión, que ocurre más en hembras y en perros sumisos, es la manera perruna de “ondear una bandera blanca”: es la manera en la que indica que no es una amenaza, que cede toda autoridad.
Este comportamiento puede estar asociado con experiencias relacionadas con castigos inapropiados o excesivo control en su juventud.

Cuando una persona ante la puerta mira directamente a los ojos a una perrita o se inclina sobre ella, ella puede percibirlo como una señal de amenaza, así, su respuesta será tratar de calmar a la persona.

El comportamiento típico en estos casos será que el perro se sentará o acuclillará y rodará de lado, mientras se orina. El acto tiene el efecto que ella quiere: La amenaza potencial –la persona- generalmente se aleja.
El perro puede mostrar mostrar otras actitudes de sumisión, como replegar las orejas, evitar el contacto a los ojos o acobardarse.

Un perro emocionado, por otro lado, no muestra comportamientos agresivos. El rastro de orina es su manera de decir: “¡Oh, genial, alguien con quién jugar! ¡Quizás tenga premios! ¡Quizás me lance la pelota! ¡Quizás sobe mi panza!”

Cómo detener el comportamiento
Lo peor que puedes hacer en estos casos es castigar al perro.
Regañarlo, embarrarle el hocico en la orina o pegarle sólo hará que tu perro tenga más miedo, exacerbando el problema…resultando en más pipí.
Ya sea que tu perro orina por sumisión o por emoción, algunos pasos que puedes seguir son:

*Enseña a las personas que vengan a visitarte que ignoren al perro.
Las visitas deben permanecer tranquilas y evitar decir el nombre del perro, tocarlo o mirarlo a los ojos. Deben caminar a su lado, hablar tranquilamente y evitar saludos emocionados hacia él.

*Saca al perro a orinar antes de que le permitas acercarse a invitados.
Las personas que te visitan sólo tienen permitido saludar al perro cuando esté tranquilo…y sin hacerse pipí. Si quieren acariciar a tu perro, pídeles que bajen a su nivel, sin inclinarse directamente sobre ella.

*Puedes pedirle a tu perro que se siente en la entrada para luego recompensar su comportamiento con un premio.

Si no hay condiciones médicas involucradas y aun así sigues limpiando el tapete de la entrada, considera llevar a tu perro con un etólogo.

Con un buen programa de entrenamiento guiado pueden lograr que los saludos en la puerta sean más agradables para ti, tu perro y tus invitados.

Fuente: MVZ Mary Fuller
Fotos:
taringa.net
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