Cocinando la Tormenta Perfecta

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14-11-2015

Cocinando la Tormenta Perfecta

“¡No puedo creer que haya golpeado a ese perro!”
“Me mordió. Nunca había hecho eso antes.”

Estas exclamaciones vienen de dueños de perros que nunca habían actuado de manera agresiva. ¿Qué hizo que dichos perros actuaran de esa manera?
Claro que son muchas las cosas que pueden provocar que un perro se torne reactivo, pero en este caso es una convergencia de circunstancias: la tormenta perfecta.

Hay multitud de situaciones y factores que causan estrés en un perro. La visita al veterinario puede dejar a un perro con pocas ganas de jugar. Tener visitas desconocidas en casa pueden provocar nerviosismo en muchos perros. Hasta la eventual falta del paseo matutino puede dejar a cualquier peludo un poco gruñón.

Considera las situaciones específicas en las que tu perro pueda mostrar comportamiento de baja agresividad.
Por ejemplo, el cuidar un juguete o un premio y gruñirte si te acercas a él, aunque no intente morderte, o gruñirle al otro perro de casa (si tienes dos peludos), mostrándose territorial al estar en el sillón o la cama, mientras que en la cama que comparte con él se muestra relajado.
Ahora imagina un día en el que algunas de estas circunstancias se juntan. Tienes una cita con el veterinario a las nueve de la mañana, así que tu perro se pierde su paseo matutino.

El examen resulta un poco estresante, así que está intranquilo al llegar a casa. Su desayuno se ha retrasado. Come y dos horas después, le das un premio para perros. Unos minutos después, se te ocurre que “sería lindo ponerle al premio un poquito de mantequilla de cacahuate, después de todo, ha tenido un día difícil”. Vas directo a tomar el premio y rápidos como el rayo, sus dientes se cierran sobre tu mano. En circunstancias normales, tu peludo no te habría mordido, pero estas no son circunstancias normales.

Otro escenario que puede involucrar múltiples situaciones reactivas a bajo nivel puede ser el combinar que un perro no se sienta físicamente bien, combinado con masticar un objeto muy apreciado en un área donde es común que se muestre territorial. En este escenario, es posible que persiga al otro perro de casa, cuando normalmente no lo haría, si es que todos estos factores no hubieran estado alineados para el resultado.

Tomate un tiempo para pensar cuales son los ingredientes que den como resultado la tormenta perfecta, para poder evitarla.

Y la siguiente vez que ocurra un incidente en el que no esperabas ese tipo de comportamiento agresivo, piensa si no fue resultado de una tormenta perfecta.
Si lo fue, ayudaría que entendieras mejor por qué sucedió y no que pienses que tu querido peludo se ha vuelto impredecible o peor aún, agresivo.

Fuente: Nicole Wilde, para positively.com

Fotos:
livingwithkidsanddogs.com
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