Un motivo más en contra de los collares de ahorque.

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16-12-2015

Un motivo más en contra de los collares de ahorque.

Esta historia me revuelve el estómago, pero hay un mensaje importante que compartir en ella, así que por favor, aguanta conmigo mientras la cuento:

Los dueños de un Pastor Alemán de un año trajeron el perro a la clínica veterinaria por incoordinación muscular. El perro caminaba –si a eso se le llama caminar- en círculos hacia su lado izquierdo.

Los dueños admitieron de manera honesta que el perro había sido “disciplinado” horas antes, suspendiéndolo del piso por medio de un collar de ahorque por casi un minuto completo. Cuando el dueño bajó al perro, el pobre animal estaba apanicado y casi enseguida perdió el conocimiento.

En la clínica, un examen neurológico descubrió un desorden poco común que consiste en contracción muscular involuntaria resultando en movimientos toscos, temblores, sacudidas y postura anormal. Los reflejos se vieron reducidos en las cuatro patas y estaba ciego. También sufría de movimiento ocular involuntario y parálisis en el lado izquierdo de la cara.
El daño del perro indicaba una lesión cerebral multifocal y una resonancia magnética mostró inflamación severa en el cerebro debido a la falta de oxígeno a la cabeza.

El diagnóstico fue estrangulación. Debido a lo extensivo de las lesiones, el perro fue sacrificado.
Los dueños del perro mencionaron que en un curso de obediencia se les alentó a disciplinar de esta manera al perro.

Quizás tú o alguien que conoces tiene un perro nuevo en casa o tú planeas agregar un perro a tu familia. Si es así, sobran palabras sobre la importancia del entrenamiento positivo (no punitivo) y el uso de un collar y correa o arnés adecuados.

Es raro que un perro cambie su comportamiento como resultado de ser ahorcado a tirones con un collar de ahorque. Puede que un collar de castigo le haga saber a tu perro qué conductas no son bienvenidas, pero no le dicen cuales sí lo son. Aprender conductas deseables es la base del entrenamiento con refuerzo positivo.

De acuerdo a la MVZ Sandra Sawchuck sobre el caso del pastor alemán: “Desafortunadamente, convencer a un dueño de perro que usa un collar de castigo o de púas para que lo cambie por uno más seguro puede requerir algún tipo de herida a su mascota por el mal uso de dicho collar.”

Esperemos que eso no sea verdad.
Esperemos que quienes puedan leer este artículo, analicen detenidamente sus métodos de adiestramiento o del entrenador en quien han puesto la seguridad de su mascota y reevalúen la seguridad del collar que tiene puesto su perro.

Hay muchos tipos de collares seguros y arneses con sistemas para evitar el jaloneo. Aunque no jalonees a tu mascota durante un simple paseo, ella sí puede tirar de la correa provocando daños a su cuello, tráquea, garganta e inclusive vértebras cervicales.

La tensión que genera el collar con la correa puede ser potencialmente peligrosa. Tampoco soy partidaria de las correas retráctiles, ya que pueden provocar daño al perro y al dueño. Es mucho más segura una correa sólida, de no más de dos metros de longitud.

Espero que el trágico caso del pastor alemán que perdió su vida gracias a una técnica inapropiada para disciplinar ayude a otros dueños de mascota a entender la importancia del entrenamiento positivo, el uso apropiado del collar apropiado y el vigilar los servicios de adiestramiento que se contratan.

Sigue tu instinto: si el adiestrador jalonea, maltrata o golpea a tu perro, sácalo inmediatamente de ahí y no vuelvas.

En el menor de los males, tu perro no sólo no aprenderá las conductas apropiadas sino que puede generar miedo a la correa y el collar que antes no tenía. En el caso más grave, la vida de tu peludo puede estar en peligro.

Fuente: MVZ Karen Becker, para el huffington post

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