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Perros POR TEMPORADA 02-03-2016
Cambio de alimentación

¿Necesitas cambiar el alimento de tu mascota?
Compartimos pasos clave para hacerlo:
Si tu  veterinario ha recomendad que cambies la alimentación de tu mascota, puedes pensar que será tan sencillo como comprar el nuevo alimento, tirar el viejo y empezarlo a alimentar, ¿cierto?
Quizás no.  Te damos algunos consejos para lograr el cambio exitosamente:

1.Ve despacio

Los tipos de alimentación implican cambios dietéticos entre ellos, aunque sean sutiles. Estas diferencias son el motivo por el cual probablemente tu veterinario indicó el cambio de alimentación. 
Este cambio puede cambiar la reacción de tu peludo ante su comida, así como la respuesta de su aparato digestivo. Como el de las personas, el  aparato digestivo de las mascotas contiene un número normal de bacterias intestinales que ayudan al proceso de digestión. Cuando hay un cambio de alimento, el sistema de tu mascota está recibiendo una fórmula diferente de nutrientes que puede alterar un cambio en el número y tipos de bacterias intestinales benéficas.



Estos cambios son generalmente sutiles pero pueden notarse rápidamente si el cambio es abrupto.

Por ejemplo,  una nueva dieta que sea alta en grasa o tenga diferente cantidad o tipos de fibra contribuirá a desechos más suaves o flatulencia si el cambio no se hace gradualmente. Esto no significa que la nueva alimentación no funcione, sólo que el cambio debe de ser más lento y gradual para permitir que las bacterias intestinales se ajusten a dichos cambios.

Por esta razón, los cambios en alimentación deben hacerse en un período de una semana, por lo menos. Y si tu mascota vomita, tiene diarrea persistente o flatulencias, se niega a comer o parece letárgica, llama al veterinario.

2.Busca el lugar y momento adecuados

Las mascotas confían en su olfato y conectan el aroma de una dieta particular con cómo se sintieron al olerla.
Por esa razón, una mascota enferma pueden asociar sentirse mal con la alimentación que se les ofrece en ese momento, provocando aversión a la comida. Si esto pasa, la mascota puede negarse a comer esa misma comida después.
Es mejor hacer cambios dietéticos ya que la mascota haya superado la enfermedad y si estuvo hospitalizada, con mayor razón pues se sentirá mejor. 



Dónde, cuándo y cómo es alimentada tu mascota también influye la voluntad de ella a probar una dieta nueva. Es mejor alimentarla en un lugar tranquilo y silencioso, sin otras mascotas alrededor, para que no tenga la necesidad de competir por su alimento, que es algo instintivo.  Si tienes dos mascotas y una de ellas debe cambiar su dieta, procura alimentarlas en lugares separados.

3.La estrategia es la clave
El cambio de alimentación funciona mejor  si se es constante con la nueva dieta. A algunas mascotas les cuesta trabajo aceptar una nueva dieta una vez que ha pasado un tiempo en el plato. A la hora de comer, ofrece la nueva comida junto con la vieja, pero en platos separados, en la misma cantidad.
Cuando termine de comer tu mascota, tira lo que haya quedado de la nueva comida. Sé que suena como un gran desperdicio, pero es importante. 

La textura y olor de la comida cambia al estar expuesta al aire, así que ofrecerle siempre la nueva comida “fresca” es más atractivo.  Después de una semana, gradualmente disminuye la cantidad de comida vieja y aumenta la cantidad de la nueva. Hasta que tu mascota haya hecho la transición por completo.



Para hacer más atractiva la nueva comida, puedes agregar algo con más sabor, como comida húmeda mezclada con la nueva dieta, siempre y cuando tu veterinario esté de acuerdo y lo haya recomendado. Ya hecha la transición, puedes ir eliminando gradualmente la cantidad de la otra comida hasta que quede por completo descartada.

4.Monitorea el peso de tu mascota

Tu veterinario debe decirte qué cantidad de la nueva comida debe comer tu mascota cada día, según deba mantenerse, bajar o subir de peso.
Si el objetivo es subir o bajar de peso, pide a tu veterinario guías sobre la cantidad aproximada que se espera que baje o suba de peso por semana  o mes y así ir ajustando las cantidades de alimento para que pueda conseguir las metas deseadas.

Muchas veces al cambiar de dieta el peludo come menos, lo cual es normal.
Aun así, platícalo con tu veterinario, describiéndole cuánto exactamente come de cada alimento –el nuevo y el viejo-.  Esto ayudará a tu veterinario a decidir si se necesitan hacer cambios en el plan de alimentación de tu mascota.

5.Prepárate
Ya leíste que el cambiar de alimento no es necesariamente fácil o simple. Para ayudar a que la transición se lleve a cabo con éxito, haz un plan.
Decide cómo vas a monitorear la ingesta del nuevo alimento, cada cuando deberás comprarlo, dónde comprarlo (algunas mezclas especiales de alimentos se pueden conseguir sólo por medio de tiendas veterinarias), etc. Si tienes otras mascotas y una de ellas debe cambiar su alimentación, piensa cómo va a afectar a los otros peludos.



El dejar la comida desde temprano servida es una costumbre común en muchas casas, pero al haber necesidades diferentes, significa que la alimentación de todas las mascotas cambiará.
Recuerda que la salud de tu mascota está en juego, no es recomendable que le des el alimento que tomaba antes.

Si tu mascota se niega rotundamente a comer nada del alimento nuevo, no dudes en consultarlo con tu veterinario. Sé paciente y ¡ánimo!

Fuente: MVZ. Amy Farcas, para vetstreet.com

Fotos:
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