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21-11-2017
Así es como se extingue una especie.
Precaución:
Algunas de las imágenes de este reportaje pueden ser perturbadoras para el lector.
Cuando el fotógrafo Paul Hilton llegó a un claro en Sumatra, Indonesia, el año pasado, sólo había una retroexcavadora, un par de oficiales de policía y una fosa abierta, a punto de ser incendiada: el acto final de un gran arresto por violaciones a la vida salvaje.
El día anterior, el fotógrafo estuvo en una bodega en la ciudad de Medan cuando la policía actuó en una redada gracias a un informante sobre una compañía comercializadora de alimentos marinos estaba traficando animales ilegales, cazados por diferentes partes, consideradas valiosas, de su cuerpo.
Fotografió la redada y los pocos animales que encontraron vivos. Aunque lo encontró descorazonador, “visualmente, no era tan impactante”, dijo Hilton.
Pero fue la fosa a unas millas de la bodega lo que hizo difícil para él levantar la cámara para tomar fotos. La bodega tenía escondidas cajas, huacales y contenedores de envío llenos de pangolines congelados, el animal que más se trafica ilegalmente, destinado a consumo en el extranjero.
La fosa que vio Hilton ese día era una tumba masiva, llena con casi 4,000 pangolines que las autoridades confiscaron de la compañía exportadora.
“Me quedé ahí, parado, sin poder sacar una sola fotografía, por un buen tiempo”, dijo Hilton, que estaba trabajando para la Sociedad de Conservación de Vida Salvaje en esos momentos. “Era muy temprano en la mañana, un paisaje muy llano y seco con sólo algunos oficiales de policía. Y esto ahí, parado, mirando esta fosa, sin poder moverme, pensando “qué absoluta desgracia”.
Una de las fotografías de Hilton de ese día, ganó el primer lugar en la categoría de imágenes individuales en el premio para el Mejor Fotógrafo de Vida Salvaje del Año, en octubre de 2016. Es una imagen dura y deprimente que refleja la terrible lucha que enfrentan los pangolines ante los humanos que los están cazando al borde de la extinción.
Las escamas de pangolín son muy cotizadas en la medicina tradicional y la carne se considera un manjar en algunas partes de Vietnam y China. Como el cuerno de rinoceronte, las escamas están hechas de keratina, el mismo material que las uñas humanas, y no tienen valor medicinal alguno.
Pero la demanda de partes de pangolín es asombrosa y las ocho especies a través del sureste de Asia y África están en peligro por cazadores furtivos. Se estima que más de 10,000 animales son cazados cada año. Hilton dijo que en algunas áreas las escamas se pueden vender por hasta $600.00 USD el kilo.
Los pangolines que Hilton fotografió ese día fueron valuados en un estimado de $1.8 millones de dólares.
La Convención de Comercio Internacional de Especies en Peligro de Fauna y Flora (CITES en inglés), recientemente ha prohibido el comercio de pangolines y sus partes en un esfuerzo para aplastar la demanda.
Las fotografías de Hilton de la redada y la fosa quemándose muestra lo vasto que puede ser el comercio de vida salvaje y qué fácil resulta para una especie -humanos- comerse a uno de los mamíferos del mundo hasta la extinción.
Fuente: Nick Visser, para The Huffington Post
http://www.huffingtonpost.com.mx/entry/pangolins-extinction_us_5812e332e4b064e1b4b190bd
Fotos: The Huffington Post
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