Las tres “erres” en la vida de tu cachorro.
Empezar el entrenamiento con tu nuevo cachorro es crítico.
Por supuesto es importante contar con lo básico: cama, platos, juguetes,
premios, correa, placa y collar, etc.
Igual de importante es el que todos los miembros de la familia se pongan de
acuerdo sobre la Rutina, Responsabilidades y Reglas.
Los primeros días son muy importantes. El entusiasmo está
hasta el techo, las emociones se desbordan, todos quieren cargar al cachorro,
jugar con el cachorro, alimentar al cachorro.
La reglas pre-establecidas son fáciles de romper. Todos
acordaron que el cachorro dormiría en su cama, pero en cuanto está en casa,
alguien se derrite de ternura e insiste que debe dormir en la cama de alguien.
Todos acordaron no permitir que el cachorro les brinque encima, pero en el
calor de la emoción, no se dan cuenta que el perrito está brincándole a todo
mundo.
Nadie duerme la primera noche. El perrito gana y duerme en cama de
alguien, Al día siguiente, descubrimos que el perrito se ha hecho encima de la
cama. Así que la siguiente noche, el perrito es exiliado a su cama. Nadie
duerme ésa noche tampoco.
La emoción se evapora y todos se ponen gruñones. Nadie
quiere levantarse a la hora acordada para alimentarlo en la mañana. ¿Quién se
responsabilizará de entrenar al cachorro? ¿Cómo dormiremos con ese constante
lloriqueo y aullido?
Es momento que recuerdes algo, del otro lado de esta
historia: a tu perrito nuevo lo acaban de separar de su mamá y sus hermanos.
Está en un estado vulnerable e impresionable. Lo que necesita
cuanto antes es seguridad y rutina.
Acondiciónale un espacio para él (si es un
cuartito pequeño, mejor), que sea su espacio, cubre con periódico y pon su cama
en una esquina y en otra, sus platos de comida y agua. Pon sus juguetes
distribuidos por todo el lugar.
Juega con tu perrito de manera suave y silenciosa. No lo
atosigues con atenciones y actividad. Si se ve soñoliento, déjalo dormir; los
perritos necesitan muchas horas de sueño.
Decidan quién es responsable de la alimentación y el aseo.
No se salgan de los horarios establecidos; la rutina es muy importante para
crear hábitos en tu mascota. No pases todo el tiempo del día con él. Si va a
permanecer tiempo solo ya sea de día o de noche, debe acostumbrarse cuanto
antes.
Si despierta de una siesta y lloriquea, resiste la tentación de ir a
tranquilizarlo. Ya que los cachorros son tan impresionables, es importante
sentar las reglas de inmediato. No le des licencia para que se salga con la
suya sólo porque es un adorable cachorro.
Si lo consigue una vez, sólo le generarás confusión de por
qué la siguiente vez no resultó, porque cambiaste las reglas. Los cachorros
aprenden rápido con la enseñanza
adecuada.
NUNCA le pegues a tu cachorro o lo regañes a gritos. Un perrito
no se porta “mal” a propósito, sólo se comportan de manera natural. Muéstrale a tu cachorro
qué comportamientos son aceptados. Enséñale a jugar con sus juguetes. Haz que
le parezcan divertidos. Déjale saber lo contento que estás cuando juega con
ellos y los muerde.
Así, cuando lo veas mordiendo algún mueble, dile firmemente
“DÉJA” e inmediatamente, muéstrale uno
de sus juguetes. Anímalo a jugar con su juguete y halágalo cuando lo haga. Así
sabrá que el mueble es “no” y el juguete
es “Sí”. Siempre maneja opciones, no solamente prohíbas.
Las reprimendas sólo funcionan si descubres a tu mascota en
el acto. Si intentas reprimirlo por algo que ya hizo, sólo se confundirá. Si
no puedes estar durante el tiempo de
instrucción, para mostrarle qué “sí” y qué “no”, no permitas que tenga acceso a lugares
donde podría meterse en problemas, sin supervisión.
Haz cita con tu veterinario para agendar fechas de
vacunación y de cuándo se le permitirá salir. Un cachorro es muy vulnerable a
enfermedades antes de vacunarlo, así que no lo saques a la calle hasta que te
lo indique el médico.
La salud mental y emocional de tu perrito es tan importante
como su salud física. En cuanto puedas sacarlo a la calle, procura que
interactúe con otros perros, sobre todo si son cachorros. Eso le dará la
oportunidad de socializar con otros humanos y otros perros, haciéndolo un perro
feliz y sin miedo a otros animales o humanos.
Fuente: perfectpaws.com
Foto: kendaamber.co.uk