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Perros BÁSICOS SOBRE MASCOTAS 20-03-2015
15 errores humanos al pasear al perro.

Hay zonas donde puedes pasear a tu peludo con calma y tranquilidad.  Además del paseo habitual, las personas que tienen la fortuna de contar con un área resguardada (cercada) donde pueden soltar al perro de la correa para jugar con él pueden interactuar con otros dueños de perros y sus canes con otros canes.

Estas áreas para socializar se denominan  informalmente parques para perros; son lugares divertidos e ideales para los peludos  si todos supiéramos comportarnos adecuadamente, pero a veces no lo hacemos.
Una situación mal aplicada, mal entendida, no reaccionar a tiempo, puede escalar en una pelea o un ataque (de o hacia tu perro), que podría provocar reactividad,  miedo o agresión de por vida en tu peludo.

Muchos perros han resultado heridos seriamente porque lo que parecía un juego, escaló rápidamente y se convirtió en un ataque; algo que probablemente se pudo haber evitado si todos los involucrados hubiesen prestado atención al lenguaje corporal de sus perros y empleado algunas reglas básicas de comportamiento.



La realidad es que ir al parque no siempre es una maravilla de juegos e interacción canina, pero puede serlo. Puedes evitar estos errores y cooperar para convertir un parque de perros en un lugar seguro:

1.No recoger las heces de tu perro.

Empecemos con algo sencillo, como la higiene. 
Primero que nada, es buena educación básica recoger las heces de tu perro. Es desagradable caminar en un parque con “minas” por todas partes y lo que es peor, es malo para la salud de tu perro.
Hay muchas enfermedades y parásitos viviendo en las heces, que otros perros pueden contraer cuando las tocan, ruedan sobre ellas o se las comen. Muy desagradable.  Evitemos la propagación de enfermedades siguiendo esta simple regla de etiqueta. Es más, si puedes llevar bolsitas extra para alguno de los otros dueños de perro (ya sea por el típico caso de que ya hizo…y volvió a hacer, etc.),  mejor.

2.No ejercitar al perro antes de soltarlo en el parque.

Esto puede sonar incongruente. Digo, para eso vamos a un parque para perros, para ejercitarlos, ¿no?
No. Un parque de perros es un lugar extra para la actividad canina, no la principal fuente  de ejercicio o socialización. Un perro que ha estado en casa o solo por horas, tiene energía para regalar y llevarlo a un área con demasiados estímulos como un parque para perros es como acercar un cerillo encendido a una mecha de dinamita y esperar que no se prenda.

Tu perro no tiene malas intenciones, pero si se acerca demasiado emocionado a un perro que no reacciona igual, puede terminar en una pelea. O puede estar tan emocionado que empieza a jugar, persiguiendo a otros perros y de repente,  otros perros lo persiguen a él, convirtiéndose en presa, pudiendo terminar en una pelea. ¿Te das cuenta? Un perro fácil de manejar es un perro ejercitado. Así que dale unas vueltas primero para que pueda sacar la energía excesiva que ha ido acumulando en el día y entonces, más tranquilo y receptivo a tus órdenes, llévalo al parque.

3.Llevar al parque a perros mal educados.

Todos hemos experimentado  la desagradable situación de conocer a una persona que se acerca demasiado a nosotros, cuando no la conocemos. O una persona que habla muy fuerte o empieza a contar chistes pesados, apenas a 30 segundos de conocerla. O que te saluda, sosteniendo tu mano por demasiado tiempo, hasta que se vuelve incómodo. Observamos a estas personas, contando los segundos hasta encontrar un buen momento para escapar.

Nuestros peludos sufren de estas situaciones incómodas también. Las presentaciones entre perros son muy importantes y es un momento clave para darte cuenta qué perros se llevarán bien y cuáles no. Permitir que tu perro se abalance a la carrera hacia otro perro es pésima etiqueta canina.
El perro al que se acerca puede estar muy nervioso, examinando el nivel de seguridad del  lugar y puede interpretar el acercamiento a la carrera como un ataque, provocando una pelea instantánea. Permitir que tu perro monte a otro, en una muestra de dominancia también es de mala educación.  Permitir que tu perro continúe olisqueando a otro perro que evidentemente no se siente cómodo siendo olisqueado es, nuevamente, de mala educación.

Depende de los humanos que sus perros se presenten de manera educada entre ellos. Conocer de etiqueta canina (lo que se puede interpretar como amenaza entre perros) es esencial para tener experiencias positivas en el parque para perros.

4.Dejarle puesto la pechera, collar de castigo o de púas a un perro, mientras juega.

Aunque parezca buena idea dejarle puesto un collar de castigo, de púas o pechera en realidad no lo es.  El cuello y los hombros son los lugares donde los perros se mordisquean jugando en un parque.  Si un perro jugando mordisquea a otro con un collar metálico o pechera, puede provocar dientes rotos, mandíbulas, manos y patas lastimadas y posiblemente una pelea si un perro atorado en un arnés/collar entra en pánico y no se puede zafar.

Nunca le dejes puesto a tu perro collares de entrenamiento, de castigo (bueno, para empezar, ¡no uses collares de castigo en tu perro!) o arneses cuando estén en el parque para perros.  Mantenlo sólo con su collar de hebilla, con placa.

5.Dejarle puesta la correa en el parque para perros.

Cuando estás en el parque para perros, al estar cercada el área, puedes soltar a tu perro de la correa. Muchos dueños piensan que pueden controlar mejor al perro y se la dejan puesta.  Sin embargo, un perro con correa es un riesgo de tropezar con él, sobre todo si el perro en cuestión empieza a jugar.



Un tirón en una correa enredada puede significar una pierna rota o cuando menos, un perro asustado cuya primera experiencia en un parque de perros sea de miedo y ansiedad. Además, un perro con correa puede sentirse inseguro pues sabe que no puede escapar si tiene que hacerlo (por sentirse temeroso de otros perros, por ejemplo) lo que puede, sí, adivinaron, generar peleas que pudieron haberse evitado.

Las personas que usan correas retráctiles en un parque para perros se convierten en un peligro constante. Extendida, un perro que corra sin saberlo hacia ese delgado cordón puede resultar lastimado.
O el perro de la correa puede sentirse en libertad de correr, hasta que llega al límite de longitud de la correa y resortea por el cuello como una cuerda de bungee. Las correas retráctiles no son muy recomendables que digamos, pero en un parque para perros, son una pésima idea.

6.Llevar a una hembra en celo o embarazada.


No creo que se requiera entrar en detalles; sucede, aunque no debería de suceder. Si quieren ver cómo se desata el caos entre un grupo de perros, observen cuando una perra en celo llega al lugar.

7.Llevar cachorros de menos de 12 semanas o perros sin todas sus vacunas.


Hay tantas enfermedades y parásitos en un parque de perros. Cachorros  de más de 12 semanas y perros adultos que han sido inmunizados pueden lidiar con todo ese cocktel de bichos y a lo mucho,  pescarán un parásito intestinal (giardia) o lombrices, que es fácilmente expulsado con tratamiento.
Sin embargo, para los cachorros que no tienen el cuadro completo de vacunas, el paseo les puede costar contraer desde parvovirus hasta lombrices, poniendo en riesgo su vida.

8.Perros de tamaños pequeños con perros de tamaños grandes.


Los pocos lugares donde hay parques para perros no comprenden una separación para perros de tallas grandes y  medianas y tallas pequeñas. Si tu perro es de talla pequeña, observa con cuidado, pues por su tamaño, puede haber perros de talla grande que lo confundan con presa.
Así, un Rottweiler puede ver a un Yorkshire como una ardilla. 



Los ladridos agudos y movimientos nerviosos de un perrito asustado puede ser suficiente para despertar los instintos de cazador de un perro grande y ocurre el desastre. El perro pequeño resulta lastimado y el grande es tachado de “sanguinario”, simplemente por ser un perro normal, sobreestimulado.
Si llevas a tu perrito a un parque de perros y hay perros de talla grande jugando, mejor retírate. No vale la pena el riesgo.

9.Traer cargado a un perrito.


Este es un error común de muchos dueños de perros de tallas pequeñas. Es entendible querer cargar a tu perrito si una situación empieza a salirse de control. Es un instinto tan innato de protección en los seres humanos que es casi imposible luchar contra él.
Pero desde el punto de vista de un perro,  cuando las cosas se elevan rápidamente es porque “esa cosa está huyendo”, lo que significa “¡tras él!”.  Cuando cargas a un perrito, se dispara el instinto del perro grande de seguir a lo que sea que se “subió en eso parecido a un árbol”, llevándolos a brincarte encima para llegar al perrito.
En el parque de perros,  lleno de perros sobreestimulados, el levantar en brazos a un perrito nervioso es suficiente para que te tiren o inclusive que te muerdan.

10.Llevar a un perro que no obedece al ser llamado.

El que un perro venga a nuestro lado al darle la orden implica que está atento a ti y listo a obedecer, sin importar lo que suceda a su alrededor, no importando si hay un juego de persecución entre perros. Es captar la atención de tu perro para sacarlo de una actividad que puede estar escalando, atrayéndolo a tu lado hasta que se calme la situación. 
La habilidad de ir a tu lado al ordenárselo es importante no sólo para seguridad de tu perro, sino para seguridad de todos los perros que participan con él en el parque.  Lo preferible es que si no tiene el entrenamiento, no lo lleves al parque de perros.

11.Permitir que unos perros intimiden a otros perros.


Puede que pienses que es tierno que tu perro le brinque encima a otro perro, pero no lo es. Aprende a identificar cuando los gestos son tiernos –y socialmente apropiados para perros- y cuando son chocantes y groseros. La reverencia de juego a distancia es tierna.  Una petición para jugar  “las traes” (el perro se acerca a otro, se detiene y echa a correr en sentido opuesto, para repetir la operación), es tierno.



Pero el morder constantemente el cuello de otro perro y brincarle encima para jugar luchitas es fastidioso. En especial cuando el perro que recibe las “atenciones” no se siente cómodo con ellas. SI tu perro se está poniendo demasiado rudo o empieza a intimidar a otro perro a quien no le está gustando,  es momento de llamarlo a tu lado, para que lo deje en paz. Si no lo haces, estarás provocando una pelea entre los perros o te arriesgas a un reclamo o grito por parte del dueño del pobre perro “bulleado”.

12.Dejar que los perros “solucionen sus cosas solos”.


No, no funciona….Muchas personas piensan que dejando solos a los perros, cualquier cuestión de jerarquía se arreglará por sí sola.
En general los perros se entienden bien entre ellos, pero estando en un ambiente sobreestimulado como el parque de perros, no es el mejor lugar para arreglar sus diferencias.  Si un perro está siendo intimidado o hay signos de poca simpatía entre dos perros, les toca a los humanos interceder y mantener a todo mundo tranquilo y feliz.

Un ejemplo perfecto de esto es cuando un perro intenta montar a otro en una muestra de dominancia y se ve como si “estuvieran revisando quién es el mandamás”. No, ése perro está siendo maleducado, en estándares humanos y caninos. Si tu perro necesita montar a otros perros para saber cuál es su lugar en la jerarquía, los parques para perros no son un buen lugar para él y conviene buscar un entrenador.
Si otro perro es quien está montando a tu perro, sepáralos y llévate a tu perro del parque. Estar cerca de un perro así no vale la pena el riesgo de quedarse. Y el estar cerca de dueños que piensen que “los perros pueden solucionar sus cosas solos”, tampoco vale la pena.

13.Llevar perros con problemas de territorialidad.

Perros que no gusten de compartir sus juguetes o que gusten de robar juguetes y acapararlos no se divertirán en un parque para perros.  No sólo eso, sino será un peligro potencial para otros perros que quieran jugar con juguetes y no entiendan la territorialidad del perro en cuestión. La amenaza va más allá de los juguetes.
Hay muchos dueños que llevan premios y si el perro territorial percibe el aroma, puede querer defender la comida (aunque no sea suya y esté en el bolsillo del humano…aunque no sea su humano) usando diferentes niveles de agresividad. Algunos perros tienen un grado de territorialidad que excede lo normal,  guardando al perro con el que están jugando o a su humano.

Si tu perro es muy territorial, mejor no lo lleves al parque de perros; no es seguro ni para él ni para los demás. Busca la ayuda de un etólogo (especialista en conducta animal) para tratar la situación particular de tu peludo.

14.Platicar con otros humanos en lugar de supervisar a los perros.

La prioridad de una persona en un parque de perros es su perro, no conversar con otros humanos. Piensa que es similar a llevar a los niños a un parque, ponerlos en los juegos y darte la vuelta para platicar con otros padres.  Peligroso, ¿cierto? No tienes idea si se desató una discusión, si alguien está tirándole arena a alguien o si un niño está a punto de echarse un clavado desde lo alto de la resbaladilla. Igual con los perros.
Demasiada gente piensa que es seguro dejar libre a su perro en el parque cercado para perros mientras tienen una agradable conversación con otros dueños. Pero si estás ocupado platicando, no estás observando. Los parques para perros son para perros; mejor organicen un café después.

15.Pasar más tiempo pendiente del celular que del perro.

Del mismo modo que el platicar con otros humanos no debe ser prioritario a observarlo, el celular tampoco debe ser una distracción. Es triste, pero muchas personas llegan al parque y clavan la vista en la pantalla del celular, mientras su perro hace desastre, o más triste aún, el perro se sienta observando a su humano, preguntándose en qué momento estará listo para jugar con él.

Un perro se da cuenta cuando no estás atento y muchas veces pueden sacar ventaja de ello, rompiendo reglas por que pueden hacerlo en ese momento. No hagas que otros dueños manejen a tu perro porque tú estás ocupado enviando un mensaje o mandando una foto de tu perro.  Es como el conducir y mandar mensajes de texto: puede esperar.

Fuente: Jaymi Heimbuch para mnn.com
Fotos: Jaymi Heimbuch

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